El amor maternal es eterno.
“No hay nada mejor para una madre que estar con sus hijos” dice Lidia Velasco, una madre mexicana que está celebrando lo que podría ser su último Día de las Madres junto a sus hijos.
En el día en cual algunos países latinoamericanos celebran el Dia de la Madre y en la misma semana que se celebra en los Estados Unidos, CASA comparte la historia de una madre peleando contra el reloj para mantenerse al lado de sus hijos.
Lidia es madre soltera de una niña de 8 años y de tres varones de 10, 13 y 15, los dos mayores se encuentran en México.
“Yo vine a este país a luchar por mis hijos y por mi familia en México, nunca pensé que la batalla de mi vida iba a ser contra esta enfermedad,” dijo Lidia recientemente en las oficinas de CASA. Ella llegó a CASA en 2013 buscando ayuda para poder asistir al mếdico y revisar una bolita que le había salido en su seno derecho.
Luego de una mamografía, Lidia fue diagnosticada con cáncer de seno etapa 4, y tuvo que hacerse una mastectomía en el seno derecho. Con mucho esfuerzo, luchó y logró sobrevivir y retomar a su vida cotidiana. Pero en el 2016, el cáncer regresó y una vez más Lidia logró que la enfermedad entrase en remisión mientras huía de una relación abusiva para proteger a sus hijos.
Sin embargo el cáncer no dió tregua y regresó por tercera ocasión, esta vez expandiếndose a los pulmones, hígado, pelvis y cerebro de la joven madre de 36 años.
“Lidia tiene mucha fe y una luz interna que siempre brilla”, dice Norma Martinez, promotora de salud de CASA. “Incluso asiste como voluntaria en el grupo de apoyo que dirige CASA para víctimas de cáncer”.
Norma ha estado pendiente a la situación de Lidia durante su odisea contra esta terrible enfermedad y sobre todo, ayudándole a recibir ayuda médica, asistencia legal e incluso asistiendole en su más reciente mudanza.
Luego de la deportación de su ex-esposo y padre de sus hijos por violencia doméstica, Lidia recibió apoyo de un programa residencial en Washington. Pero al ser diagnosticada con cáncer por tercera vez, Lidia fue desalojada del programa.
“La señora que era mi ‘landlord’ y encargada de el programa queria que yo le otorgara la custodia de mis hijos y mía también porque decía que yo no tengo a nadie y que de todos modos me voy a morir,” dijo.
Lidia dice que tras muchas insistencias, amenazas e incluso la intervención de un trabajador social, la propietaria de la vivienda le dio tres días (no lo que dicta la ley) para irse de su casa o otorgarle la custodia de los niños.
Lidia rápidamente llamó a sus conocidos y con la ayuda de CASA logró mudarse junto a sus dos hijos a un cuarto en Silver Spring.
“Mi mas grande anhelo es que mis hijos no se queden desamparados, yo lucharé con todas mis fuerzas para mantenerme a su lado y verlos crecer,” dijo Lidia.
Lidia es una madre excepcional que se aferra a la vida con todas sus fuerzas. Si quieres ayudar a esta madre lo puedes hacer vía su página GoFundme .